El entorno físico de nuestra escuela está pensado para estimular, de modo que cada grumete encuentre el ambiente que más favorezca a su forma propia de aprender y desenvolverse. Nos encanta que sientan seguridad y a la vez libertad para explorar y ejercitar su creatividad de la mejor forma posible.

Nuestras aulas, espaciosas e iluminadas con luz natural, están distribuidas y decoradas para favorecer el aprendizaje en un entorno alegre y colorido que potencie, también, bienestar emocional.
La inquietud y la curiosidad es innata por naturaleza. Dejarles libertad de movimiento también garantiza su bienestar físico y nuestros espacios exteriores son idóneos para ello.
Además, en uno de nuestros patios disponemos de un pequeño espacio donde disfrutamos plantando, trasplantando o cosechando, dependiendo de la fecha de año. Es uno de nuestros pequeños rincones verdes que nos mantiene en contacto con la naturaleza y nos permite vivir los diferentes cambios de clima o estación.


Crecer colectivamente es crecer mejor. La convivencia en las zonas comunes garantiza aprender, enseñar y educar en habilidades sociales esenciales para un amable y sano crecimiento. Tanto en las diversas instalaciones, como en los diferentes momentos que vivimos a diario en la escuela, disfrutamos de mezclarnos por edades para así conocernos y aprender a cuidarnos.